Sunday 4 October 2009

LOS DULCHES LOS DULCHES...(O COMO CONVERTIRSE EN DIABETICA)

-Señora mis dulcheeeeeeeeeeeees, mis dulchessssssssssssss, ayssss Dios de mi vida, mis dulchessssss!
Gritaba como loca la tokis mientras, la señora se fumaba un cigarrillo en la terraza y admiraba la ciudad y el polvo que se levantaba en ese desierto, fue cuando la tokis desesperada y con su cabellera revuelta por la histeria, la señora algo sorprendida, se levantó y con toda la elegancia del mundo estilo María lesbiana Felix, le espetó levantando la ceja y con voz machorrona:
-¡Ay jija! toda esa histeria por unos pinches dulces, anda, ahi te van dos pesos pa un chicle y deja de estar chingando, mejor vente, andale que el atardecer esta nais, pa disfrutarlo.
-¡Noooo! señora-Siguió en la histeria la toquis- Es que los dulche, los gaban!
-Ah que niña está, como que gaban en pleno desierto, se le va a cocer el chuche y las almofrogs! Gabanas en pleno desierto, pos estas niñas locas de hoy.
Siguió diciendo la señora mientras la toquis abría los ojos histérica saltando de un lado a otro y lloriqueando por unos mendigos dulches.
-Es que no entiende señora, mire venga, vamos a mi recamára, pa que vea bien lo que me falta.
Dijo la toquis, mientras cogia de la mano a la señora y la dirigía hacia la mansión, ya dentro, a pasitos largos como las ladinas de pueblo, la toquis era seguida por la orgullosa señora flais, con sus aires de dama del siglo pasado y el cuerpo enjuto, pero eso si, con la dignidad de las familias de antaño. Nada más entrar a la recamára de la toquis, esta misma, abrió el clóset y le mostró a la señora que ahí, en ese lugar faltaban varias cosas:
-¡Ay señora, mire, mireeeeeeee bien, me faltan...ays hasta mis bolsas de la bodeguita de en medio se llevaron! porque porque porque porque- Seguia histérica la toquis y la señora ensimismada en sus propios pensamientos, cuando de protno la toquis dijo:
.-Bueno señora y a usté merita no le hace falta nada?
-Cómo te atreves igualada! eso pasa por andar metiendo cualquier hijo de vecino a tu recamara para saciar tu desesperación de sexo!
-No señora-Repetía la toquis- Vea, vea bien en su cuarto, alguien nos robó aquí!
-A que las siete mil vergas puras pues- Dijo la señora y se metió a su recamara a observar algo anormal
en ella, mientras la toquis seguía en la histeria completa y se sobaba los mocos y las lagrimas caian como perlas de una virgen secuestrada. El silencio en esa mansión fue de pronto roto por los gritos de la señora:
-Noooo!, nooooooo may camerra may camerra oh may goosh, mayyy camerra que compre en los iunaites, donde esta mi camara carishishima! chingadas madres andos pandos mengos vengos, mi camara!
-Entonces la toquis se asomoó muy mona con su histeria y se le quedó viendo a la señora flais mientras esta hacia una rabieta y chile con el pedorro porque su cámara carisima había desaparecido:
-Y usted que me ve puta!-bramó la señora- A usted nomás le robaron unos mendigos chicles de sus vacaciones en Puerto Vallarta, pero a mi mi cámara carisima!
-No señora- respondió la toquis- es que no eran chicle, eran los dulche!
-Pos chicle o dulche, da lo mismo, yo no puedo haberme tragado ni siquiera uno, porque no es bueno para mis dientes hijita, así que, vaya pensando que mendigo mayate entró y nos birló de lo lindo!
-no Señora no me entiende, mire, mi amiguis me heredó los dulche el día de mi cumpleaños y si se entera que me los robaron, me mata! son carisimos, le constaron como quinientos dolarucos.
-Ah que jijos, pos de cuales dulces te compro mijita?
-Que no son dulcesssssssss son mis lentes dulche gabana!
-Ah puta, pos aprenda a prenunciar bien, no soy dulche, son dolche e gabanna, andele, asi, con garbo debe prenunciar manita, ash pos esta!
Y despues de ver que era lo que faltaba en esa mansión, la señora y la toquis, se sentaron de nuevo en la terraza de aquella mansión a fumarse un cigarrillo, una pensando en los carisimos lentes dulches y gabanas y la otra en su carisisima camera made in taiwan comprada en los iunaites, mientras los ladrones, se daban la gran vida en un antro con el efectivo de la venta de las pertenencias de la señora y la toquis... Prometieron no comprar dulces, por si acaso el coraje del hurto, las convertiá en diabéticas en potencia.
Para óxido de la masmédula Joel Langarika

1 comment:

Anonymous said...

mendiga flais ahora si que se desquitó, pero ya le cobraré los dulches.

Quedó buenissimo.......pobre de yo que me voy a quedar ciega con el sol de este desierto.

Uvalda cienfuegos