Sunday 25 October 2009

SEPCILIA A FUEGO LENTO(O la cruda de la gorda)

La fiesta habìa estado a todas, pero todas ¡margaritas!, tout le monde-todo el mundo pa las iletradas- habìa estado departiendo con la crema y nata y alguno que otro jocoque y requesòn colado en el Loft.
Los vinos tintos, rosados, blancos y de todos los colores, dieron paso al tequila, la raicilla y hasta licor de ipecacuana que la nana de Sepcilia habìa traìdo de San Filemòn de los Tamborazos, cuando habìa ido a cumplir una manda a su pueblo. A altas horas de la noche, el Loft era un hervidero de borrachos, vomitos, borrachso vomitados y medio desnudos, desnudos borrachos vomitados y durmiendo la mona abrazados a quien se hubiera dejado en plena efervescencia alcohòlica. Por eso, como a las cuatro am, yo dije abur y me dirigì a la parte alta de ese Loft a echarme en la ùnica bañera disponible-las cuatro que habìa estaban llenas o de borrachos jetones o de vomito de borrachos- Asì que una hora despuès y en pleno silencio, sentì que corrìa agua, algùn grifo abierto pensè, pero al medio abrir un ojo, me encontrè con la Sepcilia màs jetona que nada, sentada en el vater clòset, con los calzones a los tobillos haciendo pìs. Volvì a cerrar los ojos y soñe con sirenas cagonas y mionas, que en vez de escamas y cola de pescado tenìan unos calzones tipo tanga brasileira. A las seis y medìa de la mañana me despertò el incesante sonido monòtono de un despertador, era el celular de Sepcilia. Me levantè, y la encontrè en la misma posiciòn en que recuerdo entre sueños que le vi: sentada en el wc, jetona y con las tangas en los tobillos. La sacudì para que despertàra, se moviò y entre sueños dijo algo, la volvì a mover y abriò un ojo, levantò un poco la cara y se me quedò mirando:
-¡Hija de la chingada!...Si hubieran sido las 3 am y yo pedo, me caì que me bajas la peda del susto, con esa cara de peli de terror que te cargas!- Le dije.
-¡Shhh...Ays n...o...Levantesssssh...La vossssssssh!... Me duele toodo.
-¡Andà!, ya sì no, si te quedaste jetona en esa posiciòn y luego con la pinche peda que te cargas, ¿que ondas, no vas ir a tu oficina?-Le preguntè
-...Si...ash...Hastè a un lado pa bañarme...Pasame esa toalla please.- Dijo, mientras se desnudaba por completo y abrìa el grifo de la regadera, metiendose en la bañera, yo solo le vì mojarse como los zanates, un dos y tres y luego me pidiò la toalla. Todavìa con los ojos cerrados, se medio seco y se parò frente al lavatorio, cogiò su cepillo dental y procediò a embarrarle crema dental. No tardò menos de un minuto en hacer una cara de asco y decir:
-¡Guacala!...Que pinche dentrìfico tan horrible...¡El sabor!- Yo solo la mire entre dormido y ausente, y ella seguìa cepillandose la dentadura.
-Y lo peor es que ni hace espuma està chingadera, mal sabor y sin espuma ¿puès que pinche dentrìfico comprarìa la tarada de Juanita? -Volviò a decir, dandose la vuelta para mirarme.
Entonces, observè que en verdad, de su boca no salìa ningùn indicio de la caracteristica espuma limpiadora de las cremas dentales, me parè lentamente del banquillo donde estaba sentado y me dirigì a su lado, le pregunte cual era la pasta que habìa usado y entonces cuando la indico, soltè una carcajada:
La muy tonta, habìa utilizado al crema antihongos para pie, pensando que era la pasta dentrìfica.
Escupiò y maldijo, maldijo y escupiò durante màs de cinco minutos, para salir hecha una furìa rumbo a su recàmara. Yo me dedique mientras a despertar a algunos borrachos dormidos, ya sea para arengarlos a irse o para acomodarlos en algùn lugar màs còmodo que el lugar que habìan escogido para dormir la mona.
Entonces, saliò Sepcilia, medio peinada, medio arreglada y pidiendo una cerveza o algo para la cruda casì peda que se traìa. En eso, se dirigiò de nuevo al baño y al cabo de unos segundos, saliò echando madres y vìboras, ya que segùn dijo, no encontraba su desodorante, ni en la recàmara, ni en el baño; ni en ningùn lado. Entre los dos revolvimos algunos cajones, revisamos de nuevo el baño y de repente grito desde el otro extremo del Loft:
-¡Yaaaaa!...Aquì hay uno,ni modo, no sè de que puta serà o que puta lo olvidarìa, pero mejor oliendo a puta que a zopilota...Dijo y soltò la carcajada.
Yo seguì despertando borrachos y acomodando a otros. Algunos suplicaban con voz adormilada:
-Ya mà, ya voy...¿Otro ratito si mà? - Fue en uno de esas sùplicas cuando llegò Juanita toda mona ella, abriendo los ojotes, ante tanto borracho y tanta vomitadera, como pensando: "Jijos de la chingada, ellos se divierten y una como burra dale duro a limpiar pusn".
Justo cuando Sepcilia se despedìa y empezaba la rutina de llamar a la oficina, Juanita hablò y entonces, Supè que Sepcilia tendrìa que cancelar sus citas sino por unas horas, al menos por el dìa.
-¡¿Oiga doña sepci...Pos que trae?
-¿Como que traigo?...Pos prisa sonsa que màs.
-¡Ya sè eso...Pero que traì ahì!-Exclamò Juanita.
-¿Dònde?
-¡Ahi pues en el sobaco...¿Donde se diò tremendo chingadazo que la dejo moreteada puesn?
Dijo Juanita y señalando con su mano, seguì el lugar exàcto donde su ìndice señalaba.
-¡Mierdaaaaaaaaaa!...¡Queeeeeè!...¡Putisiiiiiiiima yo y el pendejo que dejo eso ahi!
Dijo Sepcilia y Juanita y yo, no paramos de reìr, al ver que Sepci, habìa confundido un bote de tinta negra para sellos, con un pomo de desodorante y entonces su sobacos, tenian tremenda huella negra en forma de circulo. Aùn no sabemos que diablos hacìa un pomo de tinta china negra en esa sala, pero por ahì me contaròn que a un borracho le diò diarrea al ver sus partes intìmas todas negras, y pensando que era lepra o tiña o quien sabe que, casì le da un infarto y asì con su borrachera se internò en el primero hospital para que lo revisaran, haciendole notar una hora màs tarde, que lo que tenìa en el pito era solo tinta negra. Sepcilia aùn busca al o la culpable, porque la tinta en los sobacos le duro una semana, dìa a dìa iba bajando el color, hasta llegar a ser solo un tono amarillento viejo al cabo de dos semanas.
Para Òxido de la masmèdula Joel Langarika

1 comment:

AnaM.M.N said...

Que gran cuentero eres.Ya era hora de que montases un espacio exprofeso.

Besos